En un rincón del alma, donde el sol se va a ocultar, nacen sueños y promesas, que nunca van a acabar. Tus ojos son el faro, que me guía en la oscuridad, cada latido es un eco, de lo que quiero soñar. Y aunque a veces duela, sé que hay que arriesgar, el amor es un viaje, que no se puede parar. Es un círculo eterno, que gira sin cesar, donde el tiempo se detiene y vuelve a comenzar. En cada abrazo encuentro, la razón de mi andar, el círculo del amor nos vuelve a conectar. Las estaciones pasan, como hojas en el viento, pero en tu risa encuentro, siempre un nuevo aliento. Los caminos se entrelazan, como ríos al mar, y en cada despedida hay un nuevo despertar. Y aunque a veces duela, sé que hay que arriesgar, el amor es un viaje, que no se puede parar. Es un círculo eterno, que gira sin cesar, donde el tiempo se detiene y vuelve a comenzar. En cada abrazo encuentro, la razón de mi andar, el círculo del amor nos vuelve a conectar. Así seguimos danzando en este ciclo sin fin, con cada paso juntos vamos escribiendo el destino. El amor es un círculo que nunca va a acabar, siempre volviendo al inicio para volver a amar.