Despierto lento y sin pensar, corazón de viento, el alma es un disfraz que llevo y siento ahí dentro. Estar perdidos en la espiral que gira y gira a doscientos, lo siento, no sé cómo parar, el mundo gira y yo más. Cada nuevo intento, vuelta al sol, cada vez que empieza ya no hay freno, érase una vez el cuento de un impostor. Escarcha y un imán, lo llevo en mi interior. Vista el frente, lo tengo en mente, aprendo a ser mejor. No estamos preparados para ver según qué lado de la ecuación, el hilo umbilical. Estar perdidos en la espiral que gira y gira a doscientos, lo siento, no sé cómo parar, el mundo gira y yo más. Cada nuevo intento, vuelta al sol, cada vez que empieza ya no hay freno, érase una vez el cuento de un impostor. Gira y gira sin freno, gira el mundo a doscientos o soy yo, no hay curación, no es una opción ni es un descarte.